lunes, 1 de julio de 2013

Añorando los 90 y sus veranos

Recuerdo las antiguas tardes de verano... cuando la ciudad era un hervidero de muchedumbre por las calles caminando y las fuertes voces del gentío por el centro a hora punta de la tarde.
35º marcaba el termómetro y los rayos de sol caían como agua de mayo en nuestras cabezas aún llevando esas gorras de propaganda de: "Asadero de pollos: El bon proffit"

El toque de queda era inexistente, perfectamente podías salir de casa a las 6 de la tarde y volver a las 5 de la mañana avisando con previo aviso a mamá, o bien de una cabina o con esos primeros móviles u ladrillos séase "Alcatel one touch" maldito sea no cabía en los bolsillos y a la hora de llevarlo era muy difícil... Por suerte mi tono de llamada era el de "Speed" mas que nada porque era el que más se escuchaba de los que podías seleccionar, con el tiempo llegó a mis manos el Nokia 3310, pero esa ya es otra historia.

Todo preparado para salir, después de comprarte un Colajet o un MikoBruja (que lo comías realmente rápido si tocaba premio) Ibas a reencontrarte con todos los chicos que ese año dejaban "el vacaciones Santillana" o las aburridas clases de verano para unirse a la gran fiesta del verano. Los que tenían dinero claramente se iban de viaje, Elche en julio se quedaba vacio y tu pensando que hacer ese mes tan largo que llegaba.

El Tang empezaba a ser tu bebida de las tardes, realmente habían Tangs muy malos por el uso de la preparación, si te pasabas de agua salía aguado y si te pasabas con los polvos... ( a esa edad no habíamos echado nada no como los veranos de la nueva generación) picaba y rascaba la garganta.

La sintonía de El Inspector Gadget inundaba los altavoces de tu Thompson, que ese día el cajetín se rompió y se perdió el chisme para sintonizar los canales y con niebla en el canal te tocaba verlo (el sistema analógico era lo peor)

Bocadillo de paté en mano comenzaba la merienda antes de salir, por suerte tenía en la encimera una cantimplora Zumrok con premio y no me tocaba pedir 25 ptas esa tarde a mi madre.

Los recreativos empezaban a ser lo normal en la época y estar metidos horas y horas fue el inicio de miles de historias de amor, desamor, peleas, amistades y enemistades.

Tocaba vuelta a Santa Pola con tus padres, eso implicaba paseo por los Hippies e ir a tomar un helado paseando, cosa que tu a la 1 de la mañana acababas durmiendo en la silla de la heladería mientras tus padres y tíos discutían o creían entender de economía. Una siesta placida sujetando un cassette de verano total 3265646 comprada en un puesto.

Llegabas a casa y gracias al horario de verano estupendo que podías acostarte tarde, echabas un ojo a Televisión de Elche donde ponían cine porno cutre y casposo, pero te daba igual eran tus primeras películas porno, estando atento al pasillo y a la televisión para que tus padres no te pillaran.

Agosto llegaba y con ellos tus amigos y con ello las fiestas de Elche, eras aún pequeño y para la Roa no estabas lo suficientemente maduro para salir según tu madre, ya que esa noche todo el mundo se emborrachaba, se ponía loco y podía pasarte a TI algo.

El Grand Prix irrumpía en nuestras pantallas, esperábamos con ansia el verano también para verlo, Ramonchu se hizo de querer en las épocas de verano y navidad, pero navidad era mucho mejor esperarla por Martes y 13 y sus sketches.

Los trabajos de verano del colegio los dejabas para el último día (preferiblemente el domingo anterior)
y cuando decidías hacerlo... necesitabas una cartulina, papel pinocho y papel charol para una manualidad....
(Antes no existía el boom del 24 horas y tiendas de chinos que abriesen los domingos el cual estabas muy puteado) tocaba joderse y no hacerlo, pero no pasaba nada habías pasado de curso y tenías un nuevo profesor.

Un nuevo año empezaba  y no sabrías si el próximo verano sería mejor o peor.