miércoles, 19 de junio de 2013

La chica que me gustaba y ella quedaba conmigo porque le gustaba mi amigo.

No soy y nunca he sido un chico con un físico espectacular, más bien soy feo a ojos de unas y "mono" o del montón a ojos de otras, no tengo tableta de chocolate ni toblerone, soy bastante delgado y ya se sabe que a muchas les gustan los chicos fuertes para sentirse bravamente protegidas. Soy de los que creen que siendo feo piensan:  Cómo coño puede gustarles a las tías ese tío cuando es un gilipollas, yo soy mejor!? Creo que lo que prefiero de mi es mi locura, con ella me llevo genial, mi  imaginación y yo jugamos a amarnos días si, días no, pero ver por dentro es bastante complicado sin tener unas gafas de rayos X.

La introducción de todo esto es una historia que voy a contar, historia de la perversidad y de lo retorcida que puede llegar a ser la mente de una mujer.
Siempre he sido un chico tímido (con las chicas bastante tímido)
al cabo de los años he sabido más o menos vencer esa timidez y ocultarla o camuflarla (me ha costado  lo mío) No sé ligar, ese juego se me  da bastante mal, más que nada porque no me gusta bailar el agua a las chicas o decirles lo que quieren oír. Sinceramente a los chicos las chicas no nos dicen todo lo que queremos oír y saben como mandarnos a paseo.

Conocí a una chica una tarde entre semana, por aquel entonces no recuerdo que fecha del año era, empezaba a hacer calor, la primavera y los capullos salían al aire con fuerza.

Hablábamos no asiduamente pero llegamos a conectar en muchos aspectos, casi nunca la veía de fiesta, por lo que salía también bastante poco por los lugares que yo me movía.
Un buen día estuvimos tomando un café por la tarde y empezamos a empatizar,  habían cosas de ella que me gustaba y otras tantas de mí que empezaban a gustarle, muchos puntos a mi favor parecia tener yo.

Esa misma tarde mientras terminábamos el café, me llamó un amigo preguntando que hacía y cortésmente le invité a venir, puesto que era una charla de amigos no me importaba que se uniera.
Tarde genial, risas, carcajadas y algún que otro insulto cariñosamente. Sobre las 11 de la noche nos despedimos de ella y cada mochuelo fue a su olivo. Me alegró que se hubieran caído bien, es importante que los amigos de amigos se lleven bien.

Cuando me disponía a llegar a casa un mensaje me llego diciendo: M lo he psado gnial, hay q rpetirlo! (Odio la gente que escribe así los mensajes, te va a costar lo mismo poner enteras las 4 vocales que faltan!)
Sonreí y un suspiro aliviador salió emergente de mí.

A la mañana siguiente ella me habló, raro en ella, no hablábamos casi y me sorprendió.
-Que vas a hacer este finde?- Pregunto ella
-Pues he quedado con este y luego supongo que saldremos de fiesta!- Le aclare sin vacilar
-Espero poder verte!- Entusiasmada parecía

Aquella noche mientras estábamos de fiesta brotó de la oscuridad y allí estaba, me puso las manos en los ojos tapándolos y dijo esta pregunta tan absurda:
-Quién soy?-
Me quitó las manos y me sonrió, le dije que no esperaba verla por esos lugares y contestó que era imprevisible (Imprevisible si esa era tu palabra)

Hubo acercamiento y yo sinceramente lo estaba pasando bien, estuvimos en esa temática un par de semanas y yo empezaba a tener miedo porque me estaba gustando.
Nunca me han salido estas cosas bien, por eso si siento algo intento dejar que me guste o desenamorarme y si las cosas están muy claras y ella se lanza pues mejor.

Después de dos meses así, creo que tenía que decírselo y no tardaría, esa noche sacaría a flote lo que juzga el corazón y que claramente hay que hacerle mas caso al cerebro, que es el sabio y maestro del cuerpo.

Mi amigo me comento que era una chica pizpireta y que le caía bastante bien, me alegraba claro está!

La fatídica noche fue aquella que mientras bailábamos con un puñado de copas encima, se abalanzó a mi amigo y apasionadamente le besó, el sin vacilar apretó sus duras nalgas y le metió su lengua viperina hasta la garganta...Menudo panorama, debía irme de allí ya!
Dicho y hecho no me despedí y los dejé ocupados, mientras volvía a casa maldiciendo una y mil veces mi jodida suerte y claramente que solo fui un cebo o un juguete utilizado para llegar a él.

Aquella mañana me llamó y me dijo que porque me fui tan pronto con lo bien que lo estábamos pasando (Si, me hubieras dejado lamerte las tetas mientras te estabas liando con el otro, algo mínimamente bien dentro de lo que cabe me lo podría haber pasado)
No quería hablar con ella y le contestaba a monosílabos.
A lo que ella preguntaba:
-Te pasa algo?

PUNTO Y APARTE AQUÍ.
(Si en esa noche después de haber hecho lo que has hecho ves que estoy de mala hostia, está bastante claro porque estoy de morros contigo)
Pero no ella no se entera, ni lo duda acaso ni sabe por donde van los tiros, me sorprende lo subnormales que pueden llegar a ser a veces algunas tías.

Me dijo de quedar esa misma tarde para tomar algo, a lo que yo fríamente y descaradamente le dije que se lo tomara con quien ella sabía, que seguro que lo pasaría mejor.
Dudo que él le diera esas tardes de charlas sobre literatura, cine o charlas cómicas o con gran chispa, conmigo lo pasaba bien, conmigo se reía, tenía como ella decía: Todo lo que le gusta de un hombre. Pero claro faltaba lo mas importante, cuerpo de Adonis y cara de Dios.

lunes, 17 de junio de 2013

Zumo de naranja, galletas de Dinosaurus y revistas pornográficas

Si algo hemos avanzado en el siglo XXI es la capacidad de los medios al poder adquirir y obtener todo tipo de material pornográfico.

Todos los que hemos nacido en los 80 o finales de los 80 pasando por la transición de los dulces 90 teníamos necesidades fisiológicas.
Era increíble lo chocante que era poder ver un anuncio con un seno, todos abríamos los ojos como un búho en la oscuridad para no perder detalle.
Con 8 años ya teníamos puesto el radar en los primeros anuncios un tanto eróticos de la época. Pero que más da! aún éramos inocentes y no hablábamos en el colegio de ello, simplemente nos juntábamos en el patio del recreo a comer nuestras exquisitas galletas de Dinosaurus junto un zumo de naranja (ya recalentado por cierto). Era tu momento del almuerzo y por nada del mundo querías que ningún niño te pidiera una galleta y mucho menos cuando en ese sobre te había tocado el Tiranosaurus, no había nada como una gozada el empezar a decapitarlo y a mascarlo disfrutando cada bocado, o ir mordiendo el cuerno del Triceratops o las púas del Stegosaurus, que cuando las comías decías: Mira se ha quedado plano! Una pena que nunca hubiera un molde de Brachiosaurus o Diplodocus.
Me daban pena todos aquellos que llevaban atún o paté para almorzar, su mochila jamás olería a limpio.

Recién salidos del colegio pasábamos por el kiosco y mirábamos con recelo las revistas porno, para nosotros porno era la Interviu, era lo más fuerte que podíamos ver.
Hasta que tu padre te llevaba al pantano a recoger romero o hierbas para aromatizar su coche o cantueso para hacer brebajes o comidas.
Era el gran palacio del porno el pantano, todo rodeado de revistar pornográficas.Al no haber antes internet o no tener todos  ese acceso supongo que la gente se compraba revistas y se masturbarían en su intimidad en su coche con el tacto de la naturaleza y el aire rozando sus genitales.
Nuestra inocencia en el pantano dejo de serla. Todos queríamos conseguir una revista por nuestros propios medios, pero no había suerte y eso solo podía encontrarse al lado de los contenedores de basura, los cuales allí conocí al gato Isidoro y llegue a tener una buena amistad con él, junto con Oscar de Barrio Sésamo.
Mientras tú esperabas algún anuncio caliente para dejarlo en la mente y en un acto solitario tenerlo reciente.
O ya veíamos a esas chicas de concursos y programas de televisión y nos ponían realmente cachondo, lo peor que las tías estaban vestidas.

El momento que decides comprar una revista porno cuando eres menor puede ser lo más cómico que puede pasar, siempre acompañado de un amigo, que te lleve la retaguardia, mientras discutís quien entra a comprarla.
-Entra tú tío! que me da vergüenza!
-No entra tú que pareces más mayor que yo!

El tiempo pasaba y sin darte cuenta llevabas una hora delante del Kiosco y el señor Kiosquero ya empezaba a sospechar algo. Efectivamente fue entrar pedirla y el Kiosquero decía:
-Para eso tanto! yo pensaba que me queríais robar!! es que dais que pensar...

Superado! conseguimos una revista! ahora llegaba la discusión de cuanto tiempo la tenía cada uno, compartir revistas pornográficas no es la mejor opción del mundo, en el momento que alguien dejara las paginas pegadas debía de darte la diferencia con la que habías pagado.

Siempre teníamos las secciones de "Relax" en el periodico, que con solo ver los anuncios nos poniamos cachondos y alguno que otro siempre llamaba para ver que era.

La verdadera religión era aquella cuando un chico de tu clase soltaba:
-Mi padre tiene pelis porno podemos ir a mi casa a verlas!
Increíble! vamos a ver una película, nunca habías visto una y no sabias que te ibas a encontrar, risas, risas y más risas era lo que soltabas a ver eso, pero vergüenza aparte de ver eso con otros chicos.
A partir de ese día todas las quedadas serían en la casa de aquel chico.

En estos tiempos un niño de 8 años, puede acceder a cualquier documento, foto, video X e incluso si quiere tener una chica en una cam y por 1€ pedirle lo que quiera.
Me dan pena, nunca experimentaran el maravilloso momento del "hurra" en conseguir ese material y ya la inocencia no la perderán poco a poco y abriéndose camino a lo que es el pensamiento varonil y sus cambios de hormonas

domingo, 16 de junio de 2013

Mi historia más grande jamás contada

José Manuel Consuegra Albert, ese soy yo, nací un 8 de septiembre del año 1986, me retrase dos semanas viviendo la buena vida a base de buffet libres y barra libre inacabable, agradezco a mi madre que no fumara ni bebiera durante el embarazo. No sabían aún si sería chicho y chica el cual la emoción estaba mejor servida. Después de múltiples contracciones y sudores mi madre echo el resto, el niño había nacido con una barra de pan entre las piernas.
-Y que nombre le ponemos? Pregunto mi madre
-Pues no tengo ni idea pero tengo que ir al registro civil así que elige pronto

Puesto que no tenían ni puta idea decidieron juntar sus nombres y crear el mío, (originalidad ante todo)
La infancia es como un helado, la saboreas la disfrutas pero cuando pasa no recuerdas su sabor y acaba demasiado deprisa.
Siempre fui un niño feliz, cuando tu mayor preocupación es ver la televisión y comerte mientras un bocadillo de paté la vida es fantástica, vives tu vida, te limpian el culo, te hacen la comida, te arropan para dormir y no tienes preocupaciones por chicas (un gran punto a favor) no tienes que trabajar claro está, pero creo que ahora media españa en ese aspecto estamos en la niñez sin nada que hacer y esperando que llegue un hermanito que pueda salvarte y te de responsabilidad, señor Rajoy empiece a crear empleo.


De pequeño tenía bastante éxito con las niñas, un niño con el pelo rizado rubio y con ojos azules era la envidia de otros muchos que por aquel entonces muchos parecían gitanos de lo moreno que estaban.
Recordando los besos en el patio del colegio con los ojos cerrados y luego limpiandote la boca, mientras que a la niña le dejabas la comisura de los labios manchada de Bollycao o Tigretón.
Los primeros amores del colegio se hacían notar ya, creo que la vida solo me dejó la mano abierta para que pudiera estar con chicas de pequeño.

Llega la gran etapa "beata" La Comunión! si todos lo hacíamos por los regalos para que engañarnos, pero yo quería ponerme esa pajarita y ese traje de almirante que me hacia sentir M. Bison y que ciertamente nos pusimos a jugar a darnos de hostias. Puedo decir que a Dios no lo tomé, no se que parte de su cuerpo me dieron que cuanto más chupaba, más duro se ponía y decidí pegar esa galleta debajo del banco.

En esos años eres la ricura para tus padres hasta que entra la señora etapa de la edad del pavo.
Las niñas por aquel entonces parecían chicos todas con chándal y a lo ancho, no como ahora que con 13 años sabes perfectamente que la edad del pavo es la edad de la polla.
Tu te examinabas concienzudamente, te salían pelos en partes del cuerpo que todavía no le habias dado importancia, pero que ahora te apetecía jugar con ellas, amigo se acabó la inocencia.

El mostacho aparecía y te daba vergüenza que te llamaran Cantinflas, pero tu madre no te dejaba afeitarte, le daba igual que Pepico y Manuel lo hicieran, tú tenías que pasar la vergüenza con eso y con la ropa tan horrible que te compraban, por supuesto pantalones hasta los sobacos. Aun tengo rozaduras que demuestra que lo pasé bastante mal. Querías estar guapo, las chicas empezaban a interesarte, cuando antes no les hacías ni el mínimo caso.

Mientras en clase muchos experimentaban con su cuerpo, otros muchos nos poníamos a dibujar los libros y a pintarlos de pollas o ponerle gafas y bigotes a Rafael Alberti, Zorrilla y muchos más.
Un llamamiento a los señores encargados de las bibliotecas: Tenéis un duro trabajo y os admiro, quitar con típex todos los penes de los libros debe ser una tarea complicada y jodida.

Mi época en canto coral fue lo peor del mundo, que malo fue caer ahí, el único chico rodeado de tías cantando. Otra cosa igual como las clases de música obligados a tocar la flauta, ya por comodidad para su viaje como para el bolsillo, los exámenes de flauta eran un pánico pero el pánico era el que tenía tus padres cuando te tocaba practicar en casa y en los cabreos que cogías cuando no te salía. Un aplauso para la familia.

Se empezaba a frecuentar más la calle por la noche, ya no eras el niño de mamá y te pasabas muchas horas en ella, creo que es donde se aprende sin duda y te espabilas.
O espabilabas o los marañas te robaban y te pegaban, era la ley del más fuerte tenías que sobrevivir, no éramos ya ten pezqueñines.
Me estaba haciendo mayor y no quería...

Hasta aquí mi primera parte. La biblia no se cuenta solamente en un capítulo.







viernes, 14 de junio de 2013

La Roja

Ilusiones, cabreos, alegrías, sudores, tensión, ansia, imposible casi el parpadeo, sentado y esperando que gane esta vez, que sientas las ganas de saltar por la victoria.

Partidos que se ganan, otros que se pierden, unos que duran más que otros, o que el tiempo añadido a veces es muy escaso. Más de una vez las ocasiones a puerta son nefastas, otras acaban con un gran grito y encima para más perfección en toda la escuadra.
Luego reímos, chillamos y después de tanta euforia nos relajamos.
Cuantas tarjetas amarillas, cuantas tarjetas rojas, cuantos pitidos nos hemos llevado y nos han pitado un fuera de juego.
En bares, en cafeterías, en la sede "Tío Manolo" en tu campo, en la casa del vecino, en la casa de tus padres, en tu casa.
Nos jugamos mucho, queremos ganar, podemos perder pero sinceramente esta vez no.

Que importe lo que haya durado, solo se quiere ganar y que al fin y al cabo podamos salir a celebrarlo, ya sea tomando una caña o besarnos con tal pasión que el mundo puede temblar, mientras sus caderas te pide que las cojas.

Llevamos 85min de juego y esto casi es el fin, va a darte un sobresalto, tu corazón late a mil.
No recuerdas la ultima que estuviste así, quieres el final, quieres que esto acabe, el sufrimiento se esta apoderando de ti. Sientes el color, rojo fresón, si... va a darte algo... miras para un lado y a otro, miras al suelo, ánimo ya queda poco.

Que pasaría si llegamos a la prorroga, que pasaría si llegáramos a los penaltis? se aguantaría el tirón y se tiraría para adelante, somos nuestros propios seleccionadores, nos dedicamos a poner y a quitar alineaciones y estrategias según veamos al toro de cerca.

90 min más el descuento, suerte solo han dado 3 min que importa 3 min después de haber pasado el calvario de los 90? esta vez si te importa y mucho, nos la estamos jugando...

Parece que acaba, parece que el sufrimiento ha cesado por fin...

Y ahí es cuando ella sale del baño, te pone una mano en el hombro y te dice:
Cariño me ha bajado la regla!!!!!

Ahora si puedes disfrutar del triunfo de la roja amigo!

lunes, 10 de junio de 2013

Jocosa la cara de tu padre cuando me conoció

Suerte tenéis los hombres que nunca pasaréis por un parto!
Miles de veces he escuchado esta frase una y otra y otra y otra vez y no será la última vez que la escuche.
Cierto, nunca tendremos un parto, pero lo más parecido que tenemos los hombres a un parto y que puede marcarte y a la vez ser doloroso es el: Quiero presentarte a mis padres!
Sudores fríos, dolor de estómago y ritmo corazón a velocidades punzantes a ritmo de un enfermo de parkinson tocando la batería, el momento tiene que llegar y has estirado mucho ya el año y medio. Toca comida "familiar". Conocer a los padres es como un parto, puede ser lo más bonito que te ocurra o puede que quieras abortar.

Ver la cara del padre de la chica que te estás tirando es duro, pero peor es ver la cara del padre y saber que este tío ya conoce a su hija por dentro y fuera es más duro aún.

Una mañana nublada con tanto bochorno que las margaritas manaban sudor a través de sus pétalos y cada paso era un equivalente de 33 cl de sudor, lo cual cada poco tiempo paraba para tomar algún que otro refrigerio... que coño refrigerio! un poco de ginebra con fanta de naranja, eran las 12 y media y entre el calor y algún que otro vaso de tubo me dispuse a echar valor e ir a la comida "familiar" al menos para ir mas contento y poder soltarme más.

Pusimos marcha y en un restaurante caro nos esperaba "los familiares"
Vaya... sorprendido me hayé al observar el lujoso lugar, esto estaba dejandome en jaque, ya que los restaurantes famosos y multimillonarios que conozco y asiduamente voy son: Mcdonald's, Burger King, Telepizza, Domino's, etc...
El primer miedo que tenía era el protocolo en la mesa, que sería de mí, cuando viera miles de tenedores, cucharas y cuchillos, cuando utilizare este y cuando el otro...
Mientras lo pensaba fui a hacer aguas menores, la vejiga se sentía algo incomoda por lo ingerido. Allí estaba lavándose las manos un hombre alto, delgado y algo estirado. No medie palabra y me puse a lo mío.

Fue salir y ver a mi querida pareja dándole dos besos.
-A que va a ser...  (pensaba yo)
Eureka! era él! me saludo con cara de pocos amigos y me estrechó la mano. (Segundo pensamiento: estrechó la mano con fuerza? puede parecer desafiante? o la estrecho con flojedad? eso puede dejarme como débil.)
Le di la mano y lo que pensé fue: 1-0 no me he lavado las manos!
Ahora llevaría la fragancia de mi pene durante la comida, hasta que no cogiera la toallita de después de comer.
Ahora tocaba conocer a su madre! Su madre... pues como decirlo, tenía un parecido con Ofelia de Mortadelo y Filemón lo cual lo prefiero. Hay un dicho que para saber como sera tu pareja dentro de unos cuantos años hay que mirar a la madre, en ese momento estaba cagado, pero no soy superficial y me dispuse a fijarme en el interior y la personalidad que desprendía su madre.
Era lo contrario a su padre, amabilidad y mostraba cariño afectivo.

-A qué te dedicas? Dijo él
-Pues ahora mismo bastante mal está la cosa, me enchufa usted en algo? respondí
1-1, 1-2 comenzaba ya la remontada
Todo lo que fuera a decir iba a ser un apuñalamiento, tocaba estar callado y escuchar conversaciones de sus primos, vecinos y amigos de lo bien que les va la vida y lo ricos que son todos.
Llegó el menú, tercer pensamiento: Qué coño pedir!? si cojo algo caro puedo parecer un muerto de hambre o que quiero sacarle las perras como pueda (Eso lo quiero, pero quiero esperar la herencia) y si pido algo barato pensará que lo tengo por un patán y que él puede pagar lo que quiera.
Pues pedí lo más caro, ya que me invitan a comer les saco las perras!
Tu pareja no es que ayude mucho en estas conversaciones la verdad, intenta ponerse de parte de los dos pero no creando la tensión. Yo mientras estaba en mi mundo viendo a su madre y recordándome al payaso de Micolor, lo bebido me estaba haciendo efecto...
1-3 por reírme sin más.
Por fin llegaron los platos... platos? debí suponer que era cocina de diseño y el tamaño no superaba mi apetito el cual no desayuné ni tomé la noche anterior mucha cosa para al menos comer bien, (eso y que estaba nervioso)
Zampándome de un bocado eso me quedé mirando la cara de los tres mientras comían, algo realmente molesto que te miren fijamente cuando comes, pero a mí sinceramente me la peló.
-Quieres pedir algo más? me dijo el estirado remilgado
-No, me he quedado bien ( Dame un mamut que lo violo y luego me lo comería)
-Que no sea por vergüenza o por dinero eh!? decía mentando y dando a entender que tenía mucho dinero
-No, no en serio me he quedado bien
-Cariño! pero si tú comes como un cerdo (Entra tu pareja con todo su amor)
Después del plato de 45 € no me atreví a pedir más nada, mientras miraba la hora y tan solo había pasado 45 min.
Una hora en el infierno con Satán dándome latigazos lo estaría disfrutando más.
Estaba claro que a ese hombre no le caía muy bien, no sabía que tema sacarle, si política, fútbol, música..
Me decidí por música y me dijo que le gustaba Merche.
Ufff, bueno no pasa nada le hablaré de fútbol....
Soy del Hércules, nací en Alicante.
Esto no era un suegro!!! era el mismísimo satán que había subido desde el infierno y había mandado a sus súcubos, madre e hija para chuparme la vida y arrastrarme al mundo de las sombras con su simpatía!
Me levanté, dejé la servilleta de un golpe en la mesa mientras gritaba: No os apiadaréis de mí!!! y salí pitando de allí!

Los cubatas terminaron de hacer su efecto y el resultado del partido fue de:1-100
Creo que jamás pariremos pero ese día mi parto fue muy doloroso con estimulantes de por medio.




miércoles, 5 de junio de 2013

La chica con la que hablaba y pasaba de mí porque pensaba que quería algo con ella

Es curioso e inexplícabe el don de virtud y credibilidad (o pensamiento) de una diosa el que puede  llegar a tener una mujer.
Ya me imagino a Dios creando a este ser:
-CREARE A UN SER, QUE MANEJARA TODO EL UNIVERSO Y TODOS LOS HOMBRES ESTARÁN POSTRADOS A SUS PIES! (supongo que Dios habla gritando y en mayúsuclas, tiene pinta de poder)
De ahí nació y del primer momento llevaron o mejor dicho llevó al primer hombre de cabeza, desde el primer momento ya le metió en problemas y tuvieron que salir de su Edén porque la dichosa Eva hizo caso a una larga serpiente. Si suele pasar muchas suelen no hacerte caso cuando una larga serpiente les habla.

Me pregunto que hubiera sido de Jane sin Tarzán, la serpiente si la hubiera engullido, Jane le debe mucho a Tarzán.

Los hombres nos encanta perdernos en esos Triángulos de las Bermudas, unos mas cuidados otros mas despoblados, pero al fin y al cabo nos gusta perdernos en ellos.

A lo que venía con esta introducción viene siendo a una anécdota o situación de poder de una fémina que cuento así:

Una madrugada empapado mi hígado y estómago en alcohol y donde perdurará la fiesta conocí a una chica un algo "tímida" con la que parlamente un rato y lo cual parecía maja, aunque miraba con recelo y esbozaba sonrisas con mis tonterías.
Trate de ser un caballero y terminada la noche la acompañe a su casa, (no iba con pensamiento de introducir mi lengua larga y viperina en su garganta. (Un inciso chicas, que un hombre os acompañe a casa no significa que quiera algo, ha tenido toda la noche para currárselo, sino lo ha conseguido antes mucho menos en el portal de tu casa)Así que me despedí de ella y cuando me disponía a irme, me giré y quise decirle algo, lo cual ella ya había cerrado la puerta y había subido posiblemente a su casa.

A la mañana siguiente me dispuse a poder ponerme en contacto con ella, y al fin la encontré.
Quise hablar un rato con ella ya que la pasada noche nos divertimos o eso parecía, pero le hablaba y no me contestaba (Visto: 20:15, como jode la nueva aplicación de Facebook)
Lo intenté de varios medios, pero nada de nada no había manera alguna, hasta que un día...Bingo!!
Un mensaje decía: Si no te contesto es porque estoy ocupada.
Me disculpé, esa misma noche la encontré de fiesta tomando un gin tonic y me dispuse a charlar, pero veía que no era cosa mía, que me estaba huyendo o eso creía entender, esperé a que vaciaran el local y así hablarle.
Cuando terminó  la noche fui a mediar palabra pero se fue diciendo que tenía que irse y que la dejara o podía ponerme hasta una orden de alejamiento, el cual me lo tomé con seriedad y la dejé, pero no quería marcharme sin decirle una cosa que me había propuesto decirle después de la noche que la conocí. Ella se fue y dijo que le daba igual y que conmigo no quería nada.

Suerte la mía! me fui con los 50 euros que se le cayó cuando se despidió de mí la pasada noche, y que me los fundí a ritmo de: ESTÁ TO´PAGAO!!

domingo, 2 de junio de 2013

El sabor del desamor

El sabor del desamor, tan duro y en ocasiones tan efímero...
A que sabe y a que se parece el sabor del desamor ?

El sabor del desamor es como una película porno sin penetración

El sabor del desamor es como un yogur azucarado amargo
con los posos del azúcar en la cuenca vacía de un entierro

El sabor del desamor es como un orgasmo con dolor
sin placer, con llantos y una gran oda al negro color

El sabor del desamor es como el llanto de un bebé a las 4 de la mañana
despertándose y levantándose a convulsiones limpiándose las legañas

El sabor del desamor es como buscar aparcamiento los días laborables
de paro, sin movimiento, amargando la espera, sin caras amables

El sabor del desamor es el encuentro de la pasión y la soberbia
abierta en branquias respirando tristeza y medio ebria

El sabor del desamor es como un pederasta
esperando en la puerta de un colegio un día de huelga

El sabor del desamor es un chico tímido, en un club de parejas liberales
callado, observando mirando de reojo ejercitando sus músculos oculares

El sabor del desamor  no es como una cama de una cárcel limpia
con sabanas de franela, con el retrete desinfectado con lejía

El sabor del desamor es como irte de putas y te nieguen el servicio
tirando y ayudándose del puro amor propio y mirandote con resquicio

El sabor del desamor es como quedarte perdido en la M-30
agonizando, desquiciando y la paciencia al final revienta

El sabor del desamor es oler tu pelo limpio y no poder domarlo
mirarlo y no ayudarlo mientras se está enredando.

El sabor del desamor es como emborracharte a cerveza sin alcohol
sin poder llegar y querer poder perder el maldito control

El sabor del desamor es como un tampón caducado en el interior
apestando, sollozando y pidiendo no explotar mientras pide honor

El sabor del desamor es como un hippie con un Iphone
quejándose del sistema y gritando creando un gran colofón

El sabor del desamor es como la incertidumbre de la nota de un exámen
que te oprime el pecho que tus nervios, que pides que te amarren

El sabor del desamor es como un domingo sin resaca
sin nada que contar, con un sueño en el fondo de una petaca

El sabor del desamor es como los ojos del ciego
que no encuentra un trozo de pan para darle un tiento

El sabor del desamor es como un sordo en un mitin político
votando a sordas y esperando el paraíso bíblico

El sabor del desamor es como un católico
haciendo sexo oral en una catedral bajo su pórtico

El sabor del desamor es como un niño sin regalos en navidad,
mirando el árbol pensando en un triste final

El sabor del desamor es como el hambre en el tercer mundo
llegando a ser la vida peor que los latigazos de Hades en el inframundo


El sabor del desamor es como una boca que no pide perdón
testaruda, rencorosa y te miente de sopetón

El sabor del desamor es como una balda sin especias
vacía y yaciendo en  penumbra en sus estanterías

El sabor del desamor es como una película de terror con feliz final,
sin sangre, sin ningún muerto ahorcado en un gran pinar.

El sabor del desamor es como una Coca Cola sin gas
que no te llena que tiene un sabor más que fatal

El sabor del desamor es como una noche loca de sadomaso
atado y recibiendo palos de la cama al baño.

Me enamoro del sabor del desamor